sábado, 17 de abril de 2010

Pensando.

Entre odiosas ecuaciones y derivadas, salgo volando por la ventana y me paro a pensar, ¿te has dado cuenta? Somos dos personas que tienen algo en común, que se acercan despacito, con miedo a destruír el campo magnético que les rodea. Compartimos tal vez un mismo pensamiento, y quizás, tú ahí y yo aquí, coincidamos en algún mismo minuto pensando el uno en el otro. Y ni nos damos cuenta. Compartimos cielo, aire, tierra y mar. Compartimos miradas en el cielo estrellado. Pero, al mismo tiempo, somos dos personas totalmente distintas. En dos lugares distintos, con manías y deseos distintos, incluso con miedos distintos. Pienso. Y mientras pienso, me pregunto qué estarás haciendo tú, mientras yo pierdo la paciencia en clase de matemáticas. En qué lugar del mundo estarás en ese mismo instante. Me lo pregunto como si mi interior fuera un GPS y tal vez me responda en algoritmos, cadenas numéricas sucesivas que yo no logro entender. Y no entiendo cómo podría dejarme la piel, aquí, para pillarme el primer tren y salir corriendo junto a tí.

domingo, 11 de abril de 2010

Llámalo X.


Allí en el horizonte, el cielo se funde con el mar. Aquí bajo mis pies, en cambio, hay tierra firme que pisar. Caminar o correr. ¿Y por qué no volar? Miro al cielo y me gustaría volver a poder alcanzarlo, rozarlo suavemente con la punta de los dedos. ¿Y las estrellas? ¿No son perfectas? Parecen estar conectadas entre sí por algo invisible, inexplicable, como tú y yo. Llámalo X. Y en algún lugar de mi mundo te imagino a tí, mirando esa misma estrella que yo me había detenido a observar. Esa que por momentos parecía apagarse, pero que ahora brilla más que nunca. Y entonces, de manera indirecta, o tal vez imaginaria, nuestras miradas se chocan con ella y se cruzan, convergen en un mismo punto finito. Y rompen el viento, las olas y todas las palabras que alguna vez puedan sustituir ese momento.


Quiero poder volver a confiar en alguien, y esta vez, de verdad, para siempre. Sin miedo a que a la vuelta de la esquina todo se vaya a la mierda.

jueves, 8 de abril de 2010

Nada es suficiente.

El tiempo me ha arrebatado el único don que creía poseer...


Ya no sé escribir.
Recetasfotos de bebes