domingo, 27 de diciembre de 2009

La felicidad de mi vida.


Escucho esa canción que me recordaba a ti, una y otra vez, y ya no me sabe a nada. Escogí ser una princesa, ser tú princesa. Dejé a un lado mi mundo y mis recuerdos; por fin había logrado deshacerme de ellos, ¿sabes? Esos tan tristes, que tanto pesan. Yo sola fui construyendo mi palacio. SOLA. Como siempre. Sin la ayuda de quien menos me merece y más deseo. Mil manos dispuestas a ayudarme, y yo sólo quise aceptar las suyas. No sabía lo cruel que podía llegar a ser ver cómo alguien a quien alguna vez le otorgaste el papel de "mejor amiga", se había encargado de destrozar tus sueños, tu vida, tu burbuja. Con un simple beso se había llevado tu alma, y también esa cosa extraña que sentías por momentos y a la que inútilmente llamabas felicidad. ¿Qué es la felicidad? ¿Qué es además de estar junto a las personas que quieres? Es levantarte todos los días a las 6 de la mañana con una sonrisa, porque sabes que en poco tiempo le tendrás cara a cara seis horas seguidas. Es llegar por la mañana y ver entrar a cinco personas con la esperanza de que alguna de ellas "sea él". Es tener un profesor en frente explicándote el por qué de la raíz cuadrada de dos, y no escuchar ni una sola palabra, limitándote a sonreír como una estúpida. Es echarle de menos y mirar hacia tu derecha, solo para verle por el rabillo del ojo y saber que sigue ahí. Es mirarle y no decir nada, por miedo a romper el silencio y estropearlo todo. Es mirar hacia atrás para dirigir la mirada hacia cualquier persona, y en una milésima de segundo, mirarle a él. Es marcharse a las dos y media y seguirle hasta esa esquina donde le pierdes de vista y no le vuelves a ver. Es llegar a clases particulares y no saber qué hay que hacer porque no has estado atenta en clase. Es esperar una llamada perdida suya, a las diez y diecisiete de la noche con el móvil en la almohada y dormirse, tras estar una hora entera pensando en si deberías hacerlo tú primero.


Esa es mi felicidad. La misma que tú te empeñas en robarme.



Pero ya nada importa. Ahora todo será distinto. Nada volverá a ser igual.

3 comentarios:

  1. El amor puede ser tan bonito como duro y cruel.
    Bonitas palabras.
    ¡Un besazo!

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  2. ¡Preciosa!
    Ya verás como encuemtras más manos que te ayudarán. Aquí me tienes para todo! lo sabes.
    te quiero un montonazo así de grande ^^

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  3. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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