viernes, 9 de octubre de 2009

Lloraré de nuevo la rabia de no saber.


Ya no sé qué es dormir de un tirón toda la noche. Al principio creía que era porque se había marchado. Sin despedirse tan siquiera, cogió sus maletas y se fué. Dejándome a mí con todos los recuerdos. Esos. Los que más pesan. Y ahora, que vuelvo al lugar donde todo empezó, ya no lo encuentro. La primera sonrisa, la primer mirada que cruzamos, los primeros paseos a las once y cuarto...Pienso en todo y todo es nada. Llego a extrañarlo tanto que el corazón se me hace trizas. Y no puedo disimular lo mucho que me gustaba ver las puestas de sol a su lado. Mi cabeza en su hombro. Absorver el último rayo de sol que, simplemente, no sería tan dulce si él no estubiese junto a mí. Lo amé como a nadie. Como tal vez no ame a nadie más. Y a veces lo extraño, cuando vuelvo a esa playa, siempre en blanco y negro. Lo extraño de los pies a la cabeza, deteniéndome en ese corazón tan raro, que a veces ni se abría a mi paso. Porque fué el único dueño de mi alma, de mi vida, de mí entera. Siento que aún sigo caminando por ese pequeño caminito de su vida, tropezando, cayendo y arriesgando la mía, esperando encontrar a alguien como él, tan loco, tan idiota y tan imperfecto.

Me asustaría a mi misma si pienso sin querer que lo odio profundamente, porque esa idea tan absurda siempre fue imposible...


Si algún día vuelves...que sea para devolverme la sonrisa.

2 comentarios:

  1. Me encanta como escribes ;)

    ResponderEliminar
  2. Púes de nada
    Espero te inspires para seguir escribiendo

    cuidate ¡

    ResponderEliminar

Recetasfotos de bebes